Todas tenemos una diosa dentro de nosotras, unas elegimos estar en contacto con ella y manifestarla, mientras que otras la enmascaran y le permiten dormitar.



Con cada pisada se deja una huella... pasan los días, semanas, meses, años... ¿Hay algo diferente?, para todas la respuesta debería ser, Sí, inundadas con un sentimiento de “Entusiasmo”. El significado griego original de esta palabra es “en Dios”, “Dios Interior”; independientemente de vuestra religión e incluso si no eres devota de ninguna, este significado simplemente es para dar contexto a estar conectada con la fuerza superior interna que tenemos, es un llamado a ser heroína a través de realizar las mayores demostraciones de ganas de vivir en todo lo que hacemos, tanto, que contagie a todos los que nos rodean.



Debemos saber que el “entusiasmo” no es algo que se le concede a unas sí y a otras no. Todas tenemos una diosa dentro de nosotras, unas elegimos estar en contacto con ella y manifestarla, mientras que otras la enmascaran y le permiten dormitar. Cuando alguien me pregunta ¿cuál es el secreto para transmitir energía, éxito, plenitud? respondo que es sentir verdadero entusiasmo, siéntelo y te adorarán, más aún, vívelo y te sabrán disculpar tus debilidades y errores porque el “entusiasmo” se contagia a los demás, tiene la fe de su parte, en él todos los temores desaparecen, es aceptación porque la duda no tiene cabida, la incertidumbre no permea. Ralph Waldo Emerson, escribió, “…cualquier movimiento grande e importante en los anales del mundo es un triunfo del entusiasmo…” Haz de tu vida entonces un movimiento grande e importante.



Las personas que viven en “entusiasmo” siguen adelante sean cuales fueren sus circunstancias, les encanta reírse, valoran la simpleza de lo cotidiano, no parecen saber lo que es el aburrimiento, no se quejan jamás, demuestran gratitud en cada momento. ¿No te parece maravilloso estar en contacto con personas así?, pues tú eres una de ellas, deja que tu alma cobre vida, que tu Diosa deje huellas…





“Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría”. ANATOLE FRANCE