UNAS PALABRAS PARA MAMÁ
Conservo desde hace unos pocos años, no recuerdo exactamente cuántos, un folleto publicitario de la firma de joyería Pandora, hecho especialmente para el día de la madre. Está un poquito deteriorado por el paso del tiempo, pero uno de sus contenidos, el cual me embelesó y por ello lo conservo, prosigue perfectamente legible e intacto: “Porque… Estuviste a mi lado desde el principio. Todo empezó contigo. Estarás para siempre en mi corazón. Porque haces que el cielo gris se vuelva azul.”
Sentí esas palabras escritas directamente por el corazón. Muchos consideran esos días especiales como una artimaña del marketing para que las ventas de flores, perfumes y demás artículos femeninos se disparen. La realidad es que es una celebración que tiene un recorrido histórico, y que simplemente el marketing ha sabido aprovechar. No por ello yo soy partidaria de pensar que es algo absurdo, pues no se trata de hacer un regalo material para honrar a mamá. Es algo que todos sabemos, y elegir comprarle algo es opcional.
Sin embargo, siempre ideo algún regalito. Lejos de dejarme persuadir por la publicidad, siento que todo lo que pueda hacer va a quedarse corto. Y se me vienen a la memoria tantísimos recuerdos… Momentos difíciles en los que ella estuvo ahí, siempre. Conversaciones, discusiones, secretos, complicidad, risas… El día que me alejé de casa para comenzar a forjar mi camino, se me desgarró el alma cuando me despedí de ella. Me di un plazo de tiempo para sentirme mejor, y tenía decidido volver si no lo superaba.
Entonces, sola en un lugar donde no conocía a nadie, comencé a darme cuenta de que reproducía mi forma de hacer las cosas a como las hace ella: la comida, la forma de relacionarme con la gente, los detalles… Y sentí así que realmente no estoy lejos de ella: la llevo siempre conmigo. Ella está en cada acto, en cada palabra. Mi fortaleza es ni más ni menos que la fortaleza de ella. Y así, con sus enseñanzas siempre presentes (y la necesidad de oír su voz a diario), lo superé.
Es una cuestión de naturaleza, ellas son nuestro modelo de conducta. Por eso, cuando llega ese día que hace honor a mamá, me parece justo regalarle algo casi a modo de ofrenda, porque ella es como una diosa. Todos hemos dicho alguna vez “mi mamá es la mejor del mundo”, por ello creo que hablo en voz de todos ellos.
Hoy más que nunca una mamá merece ser honrada, porque es un oficio que cada vez es más difícil. Se trata ya no sólo de dedicarse a la crianza de los hijos, sino que debe dividir su tiempo en mil mitades (y en ocasiones hasta parece que se dividen ellas mismas) para poder compaginar trabajo, quehaceres y dedicación a los hijos. Las mamás de hoy son el mejor ejemplo de mujer poderosa.
Así que, sin necesidad de un regalo pomposo, basta con una cajita de bombones o un rico licor acompañado del amor indescifrable que se puede sentir por mamá, para compartirlo en su día y regalarle otro momento más que posteriormente será recordado. Y se sumará a esa infinita lista de recuerdos compartidos con ella que han ido acompañándonos en nuestro camino sintiéndonos siempre seguros de que, si tropezamos y caemos, el golpe no será tan duro: mamá está ahí para paliarlo. Y por ello, siempre estaré eternamente agradecida… “Porque haces que el cielo gris se vuelva azul.”
DENISSE DEVOUASSOUX
REDACTORA Y DISEÑADORA
